martes, 29 de mayo de 2007

Yolanda Alonso

Comencé a cantar a los tres años en la cocina de casa con la mano del almirez como micrófono. Aquel fue el primer directo, junto a mi madre, que cantaba siempre durante las tareas del hogar y me enseñó a hacer con ella voces maravillosas. Mil veces tuve que oír aquello de "quien come y canta algún sentido le falta" pero insistí hasta que el destino puso en mis manos a la mejor profesora de lírico, Luisa Aguayo, con la que estudié unos diez años y a la que aún acudo para mantenerme en forma.
Entonces apareció el jazz en mi vida y me di cuenta de que era la música que quería cantar porque con ella me sentía completa. Recibí clases de la gran Amelia Bernet, Connie Philips y Paula Blass, asistí a seminarios especializados en San Sebastián y Zarautz y participé en algunos combos con grandes músicos.
Ahora canto en la Big Band Gredos San Diego, estudio piano y sigo recibiendo y dando clases de voz. De nuevo el destino me hizo un regalo maravilloso cuando cruzó en mi camino a Fernando, María y Ricardo; juntos formamos La Gata. Con ella nos divertimos creando versiones propias y aunque los maullidos suenen algo jazzeros, buscamos un sonido personal.

Te invito a que nos conozcas y nos des tu opinión.

jueves, 24 de mayo de 2007

En los papeles

Será porque aún somos cachorritos pero no podemos negar que nos hace mucha ilusión salir en los papeles. Recientemente, Inés Zabalza, redactora del mensual La Gaceta de Rivas, nos realizó una entrevista y tomó unas fotos que próximamente aparecerán publicadas pero como tú eres lector de nuestro blog, te ofrecemos un adelanto en exclusiva.

Arañando el aire
La Gata lleva su música a Marruecos
Todos tienen o han tenido gatos –no siempre de carne y hueso- y en conjunto son un poco felinos e inquietos, según confiesan. Amantes de los animales –no por casualidad se llaman La Gata, aunque no van haciendo campaña como Brigitte Bardot- hacen una música variada, inspirada en el jazz y el rithm and blues.
Interpretan clásicos de siempre y éxitos pop de las últimas décadas, versiones de artistas conocidos, traducidas en muchos casos al español y sobre todo música en inglés, aunque también tienen temas propios: Bossa de ciudad, Almendra blues (instrumental), Alabama (cuenta la historia de un mujer maltratada) y Parada en la palmera.
Como dicen en su página web (lagagatuna.blogspot.com) Ricardo, Fernando, Yolanda y
María “son las cuatro patas de esta gata que tan pronto camina sigilosa como salta alocada”, porque, según explica Fernando a La Gaceta al describir su estilo, “un gato a veces es cariñoso, tierno y se deja acariciar y mimar y entonces hacemos una música suave y delicada, pero un gato, a veces, se vuelve loco, da saltos y nosotros también nos volvemos locos, más vivaces”.
Fernando toca la batería. Es ya un “viejo” conocido en los foros musicales de Rivas, pues toca en varias agrupaciones y un grupo semiprofesional de jazz (Jazzlemon). María, licenciada en magisterio musical y musicología, se aplica a las teclas del piano, Ricardo compone y viste las canciones con las cuerdas de su bajo y sobre todo ellos Yolanda pone la voz.
“Yolanda está muy especializadaza en jazz y empezamos con la idea de tirar por ahí, pero ahora nos hemos puesto a mezclar muchas más cosas, que es lo interesante, en mi opinión creo que mezclamos temas muy diferentes”, comenta María, a lo que Ricardo añade “tocamos desde bossa nova hasta copla. En el arco musical de La Gata cabe de todo”.
Fernando ha sido el pegamento que ha hecho posible el nacimiento de este cuarteto: “A Yolanda la conocí hace unos cinco años en la playa y sabíamos que antes o después teníamos que hacer algún proyecto juntos y tras varios intentos fallidos este ha salido adelante. María es una fan incondicional de Jazz Lemon, no se perdía un concierto y además de saber escuchar toca el piano fantásticamente. Ricardo y yo somos amigos de toda la vida y como nos faltaba un bajista le convencí para unirse al grupo, aunque al principio dijo que no –hace 20 años yo me negué cuando él me lo pidió-“. Ricardo tocaba la guitarra, en otros grupos, y la cambió por el bajo, “porque la vida es cambio, si no te amoldas te quedas pá la caja pino”.
Otra que ha cambiado radicalmente de estillo ha sido María. “Yo he estudiado piano y he tenido formación clásica y tocado clásica hasta que me dio el punto hace un año y pico” y afirma que el cambio de estilo “sienta fenomenal”. “En realidad cuesta un poco adaptarse a pensar de otra forma, pero luego te sientes muy libre y muy a gusto, así que estoy disfrutando mucho de esta faceta”.
Yolanda estuvo 10 años estudiando lírico hasta que se dio cuenta de que el jazz le “tiraba mucho” a nivel expresivo y vocal y empezó a cantar con artistas del género como Connie Philips. “Estoy intentando compaginar una big band en la que canto ahora de solista con el grupo, dirigida por Robin Cooper. Me gustaría dedicarme a esto profesionalmente, es mi sueño. Estoy en el camino. Llevo estudiando voz desde los 18 años, doy clases en casa y estoy buscando una profesora para ir rellanando las carencias musicales que todavía tengo, me queda mucho camino”.
La Gata ya ha actuado en varias ocasiones en Rivas, sobre todo de la mano de la asociación cultural Literactúa, pero ya han pasado las fronteras nacionales, pues el pasado mes de mayo viajaron a Marruecos para tocar en Nador y Alhucemas.

lunes, 21 de mayo de 2007

La Gata en Alhucemas

Pasada ya la resaca de la gloriosa primera gira internacional de La Gata, te dejamos aquí unas pocas fotos para compartir contigo esos momentos ¡qué momentos!

La Gata en Alhucemas

jueves, 17 de mayo de 2007

María Sánchez

Cuando su tía le propuso aprender la escala de do mayor para la vuelta de vacaciones, la niña aceptó el reto. Tenía nueve años y le colgaban los pies en la banqueta del piano. Desde entonces no ha salido del conservatorio, primero como alumna y ahora como bibliotecaria, donde llegó gracias a su paso por la universidad para estudiar magisterio musical y musicología. Estudios que también le permiten trabajar en cualquier asunto musical que le proponen: transcripción de partituras, pasapáginas en conciertos, colaboraciones en revistas especializadas, coordinación de festivales...
La espinita de la música moderna se le clavó en casa, donde se escuchaba de todo, por lo que decidió cantar coros en el grupo Dr. Who. La cosa quedó ahí hasta que, de tanto acudir como fan a conciertos de amigos se animó a afilar los dedos de nuevo. Ahora se sienta al piano y ante el micrófono de coros de La Gata, entre amigos, disfrutando de algo tan esencial en su vida como la música. Se sabe alguna escala más que la de do mayor pero le siguen colgando los pies cuando se sienta en el autobús.

lunes, 14 de mayo de 2007

Magnífica acogida

Aún vibran en nuestros oídos los aplausos del público rifeño que nos acogió en su ciudad como hermanos. Pronto más noticias.