Hay veces que el éxito de una actuación no puede medirse por el número de público o por la cantidad de dinero recaudado. Hay veces que la respuesta del público a la música que se ofrece es tan cálida que compensa las horas de ensayo, el trabajo de montaje y todos los sinsabores que acompañan a una actuación. Este fue el caso del concierto que dimos en el Kingston Pub de Alcalá de Henares el jueves 19.
Un amable espectador que no quitó ojo del escenario durante el tiempo que duró la música, se acercó al terminar para decirnos que habíamos sido su broche de oro a un día inmejorable. Al tiempo, otro artista sentado en primera fila, nos obsequió con los poemas y dibujos que le inspiraron nuestras interpretaciones.
Mil gracias al espectador anónimo y a Cepeda, autor de los manuscritos que puedes ver aquí:
Desinhibidos (Por Cepeda)
Cuando las manos vuelan
como alas sobre el teclado;
cuando los dedos acarician
las cuerdas sobre el mástil,
irrumpe la voz como en cascada
de un manantial que no se agota.
Entonces los tímbricos sonidos de conjunto,
te llevan en volandas
a esa procesión del espíritu interior.
La noche donde aflora el subconsciente
te deja llevar desinhibido...
a ese edén que el alma añora
y aquellos ruidos con música y sonido
se convierten en silencios
donde el alma encuentra
entonces la música interior en el ser despierta
y exclama: dios me ha venido a ver por encontraros.
