martes, 13 de marzo de 2007

Fernando Galán


Su abuelo tocaba las cucharas en las fiestas de los pueblos castellanos pero él, ignorando esta tradición percutiva de la familia se empeñó en agarrar la vieja guitarra que dormía en un rincón de su casa y en arañarla hasta que se le despellejaron los dedos. Con semejante constancia consiguió aprender algo y a los dieciséis años se unió a un grupo del instituto que recorrió casi todos los bares madrileños de mala muerte, algunos centros culturales, el Parque del Retiro y la Calle Preciados interpretando versiones de cantautores, grupos pop de los setenta y algún que otro tema propio. Ya por aquella época sus compañeros de grupo le preferían cuando, en algunos temas, cambiaba las cuerdas por los bongos.
Casi veinte años después, un amigo le dijo: “Estamos formando un grupo y necesitamos un batería ¿por qué no te apuntas? A lo que contestó: “porque no sé tocar la batería”. “Pero puedes aprender”, le replicó el amigo. Dicho y hecho, Fernando se puso manos a las baquetas.
Su amigo, como había prometido, le acogió en La Panda de Ray. Para desfogarse, Fernando formó con otros músicos de Rivas el grupo de rock No’stá mal con los que dio algunos conciertos y grabó una maqueta. En octubre de 2002 Jazz Lemon se queda sin batería y le ofrece el puesto a esta “joven” promesa. Entretanto, toca con todo aquel que se lo propone hasta que en febrero de 2006 consigue formar La Gata.

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